Es un procedimiento en el cual se aplica de forma subcutánea CO2 (dióxido de carbono). Desde 1982 se conocen los efectos beneficiosos del CO2 producido por las aguas termales del balneario de Royat (Francia), donde un grupo de cardiólogos comenzó a utilizar esta terapia para tratar arteriopatías orgánicas, periféricas y funcionales.

Actualmente tiene usos estéticos mejorando areas de acúmulo graso, flacidez y estrías.

La acción vascular del CO2, provoca que el organismo libere sustancias tales como la serotonina, la bradiquina, la histamina y catecolaminas. Dichas sustancias activan a su vez los receptores beta-adrenérgicos, particularmente los beta-2, los cuales estimulan la lipolisis (destrucción de grasa) de los tejidos adyacentes.

Además de lo anterior, con la carboxiterapia mejora también el tono de la piel, ya que las toxinas desligadas durante el proceso se eliminan a través del sistema linfático.

Hay que tener en cuenta que el CO2 inyectado permanece en el organismo entre 24 y 30 horas, lo que obliga a alternar las sesiones entre 2 ó 3 veces por semana, con el fin de permitir al cuerpo recuperar su equilibrio natural.